martes, 17 de marzo de 2009

ESCULTURA MOCHICA





La cultura Moche o cultura Mochica tuvo su hábitat en el valle homónimo, estableciéndose entre los territorios de valle de Nepeña al Sur y de Piura al Norte. Ocuparon los valles de la Leche, Lambayeque, Jequetepeque, Chicama, Moche, Virú, Chao, Santa y Nepeña.
Históricamente fue conocida como Protochimú o Chimú Temprano, pero recibió el nombre de cultura Moche tras los descubrimientos en el valle de Moche. También se la denomina cultura Mochica en razón del nombre de la lengua, el muchik, que hablaban sus pobladores.


Es la cultura más conocida y admirada del Perú. La más representativa de Perú antiguo desde el punto de vista de su expresión artística .


Fueron magníficos ceramistas, dejando testimonio en su cerámica de escenas de la vida diaria, costumbres, enfermedades, religión, vida sexual, etc. constituyendo así una valiosa documentación del pasado prehispánico.
Se ha dividido el desarrollo cultural de los Moche en cinco fases estilísticas a partir de los cambios en la forma de la cerámica de las “botellas asa estribo” (“huacos”): vasijas cerradas, de cuerpo globular o escultórico, base plana y con un gollete tubular en forma de asa.


Aparecen los huacos retrato. Comienza el refinamiento de esta cultura. Los ceramios son de líneas armónicas y proporcionadas.
La cerámica es un poco más grande que Mochica II. Los recipientes son de mayor capacidad.
Las paredes de los vasos se afinan sin perder su solidez.
Las asas y los picos se afinan notablemente, siendo las primeras elípticas y los picos pequeños, acampanulados y con reborde casi imperceptible.
Las esculturas antropomorfas son verdaderos retratos de personas.
La escultura religiosa adquiere importancia.
El ceramio está cubierto por una fina capa de engobe cuidadosamente pulida. Son frecuentes los motivos pintados con linea fina ausentes en las fases anteriores, con escenas míticas.




GABRIEL FLORES VARGAS




TRUJILLO-PERÚ